Con motivo del lanzamiento de nuestra primera revista «Museo IMPA», Luisa Hubeli, extrabajadora de IMPA entre 1938 y 1940 visitó nuestras instalaciones y nos donó una polvera que le habían regalado en la fábrica el día que cumplió 15 años y ahora es parte del patrimonio del Museo. (Foto ©Carlos Mamud)

«Tres hermanos trabajaron acá, conmigo cuatro. Empecé a trabajar entre los catorce y los quince, eso, más o menos. Llegué por mi hermano, porque fue mi hermano marinero [jubilado de la Marina] que tenía, él me buscó, para trabajar cama adentro, de allá del campo, estábamos entremedio de los campos, allá. Entonces, mi hermano el mayor me dijo: ‘Bueno, te llevo a la IMPA, para que trabajes en la IMPA’. Me trajo, me hizo entrar mi hermano, Alberto. Yo estuve viviendo con él, ahí [señala una casa frente a la fábrica], me cuidaban porque extrañaba mucho yo lo que dejé allá. Antes vivía en Villa Miné, pasando Tostado. Extrañaba porque estaba mi hermana ahí. Yo vivía enfrente a la fábrica, una vez me levanté dormida, que había un milico acá y me llevó de vuelta. Era una casa baja, no una casa alta, como está ahora ahí, era un conventillo, yo tengo las fotos todas sacadas aquí. Yo cruzaba y venía a trabajar, estaba mi hermano ahí afuera, me esperaba y así entraba». (Entrevista a Luisa Hubeli, publicada en Revista Museo IMPA Nro 1 / Noviembre 2013)

“El mudo” y dos de los hermanos Hubeli, trabajadores de IMPA de la primera etapa en la puerta de la fábrica. Foto: Archivo Familia Hubeli
“El mudo” y dos de los hermanos Hubeli, trabajadores de IMPA de la primera etapa en la puerta de la fábrica. Foto: Archivo Familia Hubeli